Domingo 3
Ravioles con
tuco/Helado
Revuelto de
zapalltos/Banana
Creo
que el momento más feo de la semana es la noche del domingo. O sea, este. Como
soy muy disciplinada me obligo a tomar la lapicera pero con claras intenciones
de dejarla rápidamente.
Síntesis:
buen domingo pese a los lógicos avatares de constituir una familia casi numerosa.
Vinieron a almorzar Susana y Genaro con los chicos y la pasamos muy bien, a
pesar del caos resultante. Seis es mucho más que el doble de tres. Pero siempre
es reconfortante reunirse con gente que comparte los mismos problemas.
¡Y
qué tanto! Hoy no tengo ganas de escribir y no voy a escribir. Rebelión. Al fin de cuentas, algo se aprende de
los hijos.
Me
olvidaba (¿o preferí olvidarme?) de
un detalle. Estaba preparando la cena cuando un curioso sonido desde el living
me distrajo del revuelto de zapallitos. Resumo: la bañadera tapada, la canilla
abierta, los chicos jugando en su cuarto y ríos de agua bajando por la
escalera. Por si fuera poco, Luis retándome. ¿Dije que fue un buen domingo?
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